miércoles, 10 de septiembre de 2008

EL JARDÍN DE MI CASA.

Sergio Tapia Lira
1925 - 2004



Hace poco me quedé mirando el pequeño jardín de nuestra casa, tan repleto de plantas, árboles y flores. Y más allá de su agreste belleza pude ver dos cosas fundamentales: la fuerza y grandeza de la naturaleza y la mano diligente y cariñosa de mi querida esposa. Sin ella, este pequeño espacio de terreno estaría lleno de maleza y una que otra flor cuya semilla habría traído el viento. Sin embargo, ella ha preparado la tierra, la ha abonado, ha plantado semillas, patillas y arbolitos, que ya están adultos, por tanto están verdes, floridos, con frutos, que nos regalan su dulzor y sus ramas que nos dan sombra, pero por sobre todo crean un ambiente natural. Es algo que lo hace a uno trasladarse a los lugares campestres, donde tanto ha disfrutado con toda su familia. Es algo difícil de explicar, pero cuando miro el jardín, veo a mi incomparable esposa, a mis hijos... parece que es una síntesis de mi vida.


Valparaíso, diciembre de 1998.