miércoles, 27 de febrero de 2008

UN CUENTO DE PAULO COELHO



Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo y prosiguió su camino con sus dos animales (a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición…) La carretera era muy larga y colina arriba el sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro. El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:
-Buenos días.
-¿Cómo se llama este lugar tan bonito?
-Esto es el cielo.
-¡Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
-Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente.
-Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…
-Lo siento mucho – Dijo el guardián – pero aquí no se permite la entrada a los animales.
El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber solo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante.
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles. A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.
-Buenos días – dijo el caminante.
El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
-Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
-Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar- Podéis beber toda el agua como queráis.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre
-Podéis volver siempre que queráis – Le respondió éste.
-A propósito ¿Cómo se llama este lugar? – preguntó el hombre.
-CIELO.
-¿El Cielo? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
-Aquello no era el Cielo. Era el Infierno – contestó el guardián.
El caminante quedó perplejo.
-Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el caminante.
-De ninguna manera! – increpó el hombre. En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos…

martes, 26 de febrero de 2008

LA PEOR DISCAPACIDAD


Gloria Schivo Olivo



En esta ocasión les invito a reflexionar sobre lo que el mundo llama discapacitados, criterio sobre el cual tengo, como fruto de los años vividos y observaciones, ciertas discrepancias.

Veamos por ejemplo, el caso de las personas con trastornos visuales que a menudo son objeto de chanzas pesadas, robos, humillaciones y que, si bien es cierto no ven con los ojos fisicos, suelen ver mejor con los ojos del corazón lo que, por cierto, no deja de ser una diferente forma de ver y probablemente más perfecta que la biológica. Hablando de ello me viene a la mente el recuerdo de un caballero muy simpático, llamado Luis Denis Rubio, a quien tuve el honor de atender como cuidadora de enfermos particulares en una clinica a la que él llego en los altos de Traslaviña. El día que nos vimos por primera vez el estaba empecinado en no comer desde hacia una semana y yo logré comvencerlo de que se alimentara por su propio bien y por el mío también, para no perder mi trabajo. Así empezó nuestra amistad que llegó a ser tan profunda que el anciano caballero no dejaba que nadie lo atendiera, cuando por algún motivo muy justificado yo no podía ir y se atrincheraba en su lecho enfurruñado como un niño pequeño.

Era la primera vez que yo tenía estrecho contacto con un "discapacitado visual" y fue una experiencia tan sorprendente para mí que cada día me sentía más y más sorpendida por la agudeza de su mente, tan alerta, su capacidad de usar el sentido del buen humor para bromear, el cariño y confianza que en mi depositaba, la alegría que se reflejaba en su rostro cuando escuchaba mis pasos acercándose a su habitación y con el entusiasmo que acogía todas aquellas locas y fantasiosas ideas con las que yo amenizaba su existencia.

De todo aquello han pasado ya 13 años y hace 12 que no está entre nosotros, pero yo nunca he olvidado nuestras charlas, nuestro mutuo conocimiento, las pícaras travesuras que hacíamos y como le facilitaba mis ojos físicos y eé a mi los suyos, los del corazón, y sobre todo como aprendi de él que no todos los que tienen en buen estado sus ojos "ven" y muchos de los que no los tienen ven con mayor nitidez.


Nunca logré que en mi, a veces aparente alegría, él no descubriera mi tristeza, nunca logré que en mi disimulada despreocupación él no captase mi inquietud y el resto del personal creía que el no se daba cuenta de nada. ¡¡Qué ciegos eran!! Se guiaban por apariencias y no se daban cuentas de sus propias discapacidades .

Y si no me creen, mediten, hagan memoria, los que pudiendo oír son sordos al dolor, a la necesidad, al abuso, los que teniendo ojos sanos, no ven que la vida es tan, tan corta para guardar rencor, sentir odio y que nada de lo que ven y tocan es real. ¿Recuerdan personas asi? A mi aquellos son los que me producen mayor tristeza pues tienen discapacidades más graves que la sordera, la mudez, la ceguera y aunque uno anhela ayudarles, a menudo es como estrellarse contra un muro. Entre ellos están los que se burlan de los discapacitados fisicos, los que pudiendo dar no dan y sólo quieren recibir, los que pudiendo escuchar no escuchan, los que no saben amar. Esa es... la peor discapacidad.

viernes, 22 de febrero de 2008

EL PASEO DE LOS ANIMALES AL JARDÍN BOTÁNICO



Gloria Schivo


No tenía ganas de ir a ningún lado porque me sentia muy fatigada, pero decidí ir, como digo yo a veces, para no desairar a la hormiguita que me estaba invitando. Y la verdad.... una vez allá, en medio de la cordialidad del grupo, lo pasé regio y me di cuenta que me habría perdido algo muy agradable por descansar. Allí estaban la pareja de alondras, con la sabiduría de la vida del legendario buho, derramando alegria y comprensión entre todos los asistentes; luego estaba la ratita blanca que, a pesar des sus pesares, es tan alegre como ardillita y juiciosa como una ratoncita. A ellos tres los conocía de antes, pero el ruiseñor era alguien nuevo para mí y me gustó su suavidad, sencillez y hermosa voz. Por la tarde llegó el toro, tan fuerte, vigoroso, decidido, que aunque parezca increible hace regia pareja con la hormiguita y venia acompañado por su madre la loba, luchadora y tozuda. Finalmente estaba yo, que soy una tortuga meditativa y pensativa. Aunque parezca inverosímil, el ambiente era bueno y simpático, a pesar de la diversidad.

Como decía, el tiempo se me pasó volando; platicamos, bromeamos, comimos, bebimos, reflexionamos y finalmente celebramos un culto al aire libre en esa inmensa y maravillosa catedral que es la naturaleza, lo que para mí fue muy grato, ya que soy de las que creen que es el lugar idóneo para acercarse a Dios, nuestro Padre y Creador.

Sinceramente, creo a pie juntillas, que la iglesia de las alondras con él como pastor, es una hermosa obra, en la que precisamente, por contar con un número reducido de fieles, puede atender más efectivamente a las necesidades y falencias de los componentes; en la que, por igual motivo, hay más tiempo para cada feligrés, creándose así nexos fuertes de amistad entre todos, de conocimiento recíproco, lo que facilita el ayudarse los unos a los otros más efectivamente.

Por eso, modestamente, digo a las alondras: adelante!!! y que el Señor los colme a todos de muchas bendiciones

La tortuga

martes, 19 de febrero de 2008

EL TIEMPO



"El tiempo es muy lento
para los que esperan,
muy rápido para los que tienen miedo,
muy largo para los que se lamentan,
muy corto para los que festejan.
Pero, para los que aman, el tiempo es eternidad"


William Shakespeare

lunes, 18 de febrero de 2008

DESIDERATA

La desiderata de la felicidad fue escrita en 1927 por Max Ehrmann. De origen Alemán, nació en una familia acomodada, en los Estados Unidos de Norte América. Estudio Inglés en la Universidad De Pauw y Filosofía en Harvard. Se dedicó a la Abogacía en su ciudad natal: Terre Haute, Indiana. A la edad de 41 años se jubiló, para dedicarse a la escritura de ensayos y poemas. Murió en el año de 1945.

Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto te sea posible, Vive en buenos términos con todas las personas, enuncia claramente tu verdad; escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante; ellos también tienen su historia. Evita las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el alma, Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado; porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea; ella es un tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos, se cauto en tus negocios; pues el mundo está lleno de egoísmos, Pero no te cierres a la virtud que hay en ella; mucha gente se esfuerza por alcanzar nobles ideales; y en todas partes la vida está llena de heroísmo, se tú mismo. En Especial, no finjas el afectos. Tampoco seas cínico en el amor; porque medio de todas las aridez y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaires las cosas de juventud. Cultiva la fuerza del espíritu para que te proteja en la adversidad repentina. Pero no te angusties con fantasmas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, se benigno contigo mismo.Tú eres una criatura del universo, no menos que los plantas y las estrellas; y tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, el universo marcha como debiera. Por lo tanto, mantente en paz con Dios, cualquiera sea tu modo de concebirlo y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén la paz con tu alma en la bulliciosa confusión del planeta, que con todas sus farsas y sueños fallidos, sigue siendo hermoso. Ten cuidado. Esfuérzate por ser feliz.